Avistamientos de luciérnagas en Nanacamilpa usan prácticas prohibidas por qué no hay luciérnagas.

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Por la escasa y casi nula presencia de luciérnagas en zonas boscosas de Nanacamilpa, en las últimas semanas de la temporada de avistamiento, los guías de turistas usan lámparas para supuestamente “activar” a los escarabajos luminiscentes, a pesar de que se trata de una práctica prohibida.

De hecho, todos los centros de avistamiento registrados o no en la Secretaría de Turismo incurrieron en ese acto, pues en las últimas semanas fue notoria la inactividad de los lampíridos, lo cual arruinó el negocio de quienes se han dedicado a explotar el tema.

Los encargados de los centros silvícolas continuaron recibiendo gente, pero nunca advirtieron a los visitantes que la llamada “danza del enamoramiento” entre luciérnagas acabó prematuramente.

Aún así, continuaron concretando visitas de ciudadanos de Puebla, Hidalgo, Ciudad de México y Veracruz. Los encargados de los sitios los recibieron y explicaron que ya no había mucha presencia de insectos luminiscentes, pero aún así cobraron su ingreso al bosque.

El Sol de Tlaxcala acompañó a un grupo de visitantes y observó irregularidades, como el sobrecupo en la capacidad de carga de la unidad automotora, el acceso a personas perfumadas y el nulo control del ruido, amén de que dejaron deambular por la zona a los visitantes.

Pero lo más grave fue cuando los guías de turistas, que se supone están capacitados, encendieron lámparas de forma intermitente con filtros esmeralda o amarillos para supuestamente estimular a las luciérnagas.

Los visitantes, quienes pagaron de 250 a dos mil 500 pesos, solo el ingreso o rentaron cabaña, esperaron de las 20:00 a las 21:00 horas para que salieran las protagonistas, pero éstas no lo hicieron.

Por la falta de espectáculo, los visitantes comentaron que se sintieron estafados y decepcionados, además, refirieron que el año próximo no regresarán.

NO HAY CONTRATO CON LAS LUCIÉRNAGAS, bromea GUÍA

Una guía de turistas justificó la falta del espectáculo de luces, promovido a nivel nacional e internacional, como un asunto que escapó de sus manos; sostuvo que “no tenemos contrato de trabajo con las luciérnagas”, y sonrió.

Además, afirmó que el encendido de la lámpara es una técnica alemana que presuntamente no daña a los escarabajos luminiscentes. Para calmar a los visitantes contó chistes de luciérnagas, pidió frotarse las manos para supuestamente recargarse de energía positiva del bosque y posteriormente abrazaron un árbol para dejar ahí las malas vibras que llevaban.

Para el regreso, los mismos guías permitieron que la gente encendiera linternas a lo largo del camino, con la indicación de dirigirlas al suelo para poder ver el camino y no resbalar.

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